domingo, 27 de septiembre de 2015

Manzanas de caramelo o de cómo cerrar una puerta y esperar a que se abra otra

Pues sí,después de la depresión post-vacacional y el regreso a la universidad me he visto sumergida en la vorágine que supone la vuelta a la rutina. Tengo pendientes varias entradas más, entre ellas dos sobre cosmética, pero ando algo ocupada estos días.

Lo cierto es que estos últimos días he estado algo deprimida porque he tenido que tomar una serie de decisiones un poco complicadas. He decidido dejar mi trabajo. Es complicado porque mi jefa es algo parecido a una amiga y la idea de decirle que me iba me ha causado mucho agobio este fin de semana, pero lo cierto es que no me sentía nada cómoda y el entorno es más hostil de lo que puedo describir. Así que... hala, esta mañana, cuando mi jefa me ha llamado totalmente fuera de mi horario laboral (para variar) le he dicho que no podía más y que quería dejarlo.

Después de este rollo que os acabo de soltar, vamos a lo importante. Ayer estaba tan agobiada con el tema que mi madre me sugirió la idea de meterme en la cocina como método para relajarme y, ¿sabéis qué?, funcionó. Dios bendiga a las madres atentas que saben cómo ayudarte. El caso es que unos días antes habíamos encontrado en el súper unas manzanitas supermonas que me dieron ganas de comer manzanas de caramelo. Puede que también influya el hecho de que se acerca Halloween y Pinterest está lleno de recetas de bizcochos de calabaza y manzanas de caramelo. Nunca las había hecho, pero sí que sé hacer caramelo y sólo tenía que bañar las manzanas. Es taaaaaaan fácil que cualquiera puede hacerlo, aunque no sepa demasiado de cocina. Aquí tenéis la receta:

Manzanas de Caramelo

Ingredientes:
- 1 taza y media de azúcar
- Media taza de agua
- Esencia de vainilla
- 2 cucharadas Corn Syrup (opcional)
- 4 manzanas pequeñas o medianas
- 4 palitos de madera

Para hacer el caramelo, ponemos el agua y el azúcar en un cazo a fuego alto. Yo usé también corn syrup, un jarabe de azúcar invertido cuya misión es impedir que el azúcar se cristalice y arruine el caramelo. Si no lo usáis, simplemente tened cuidado para impedir este fenómeno evitando remover mientras se hace el caramelo. Tenéis que dejar que hierva y vaya evaporando el agua mientras se disuelve el caramelo. Puede llevar un rato.

Mientras tanto, lavad muy bien las manzanas y secarlas a conciencia porque la humedad puede estropear el caramelo una vez bañadas las manzanas. Ponedlas del revés y clavad los palitos en el centro. Yo no tenía los palitos que se sueles utilizar, así que usé brochetas de madera pero tened cuidado porque son más frágiles y se pueden romper con el peso de las manzanas. Preparad también una fuente engrasada con mantequilla o cubierta con papel de hornear para dejar luego las manzanas.


Sabréis que el caramelo está cuando se empiece a poner marroncito y a burbujear más despacio, porque estará más espeso. En ese momento apagad el fuego y retirad el cazo. Echad unas gotitas de esencia de vainilla para darle un toque aun más dulce y removed enérgicamente unos segundos.Ha llegado el momento de bañar las manzanas. Coged una y sumergidla en el caramelo, inclinando un poco el cazo si fuera necesario. También podéis usar una cuchara para echar el caramelo por encima. Sacadla y sujetadla sobre el cazo unos segundos para que caiga el exceso de caramelo y dejad que termine de enfriar sobre la fuente que habíamos preparado antes. Haced lo mismo con el resto de manzanas.

El caramelo no tarda mucho en endurecerse así que en un par de horas estarán listas para comer. ¡Que aproveche!



P.D. Si vuestro mono de caramelo no tiene fin y os ha sobrado un poquito después de hacer las manzanas, podéis hacer palomitas de caramelo. Simplemente calentad un poco más el caramelo del cazo con cuidado de que no se os queme. Mientras tanto, haced unas palomitas en el microondas y echadlas en una fuente.Verted el caramelo por encima y removed. ¡Y listo!

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